ESTADIO KINE DE MADRID

Este moderno templo del deporte evoca, por sus dimensiones y su estructura, los estadios de fútbol europeos del siglo pasado. Sin embargo, bajo su apariencia clásica oculta una estructura atrevida, con soluciones arquitectónicas nada convencionales, como las gradas móviles montadas sobre cables o la cubierta-planetario. Algunos lo han tildado de decadente, otros de obra maestra. Lo que nadie discute es la funcionalidad de sus instalaciones, que han hecho del Kine madrileño un modelo de diseño orientado al servicio del deporte-espectáculo.

TEATRO DE LA ÓPERA DE PEKÍN

En una ciudad donde se concentran buena parte de las obras maestras de la arquitectura de las últimas décadas, no era fácil llamar la atención. Los estudios Ellis lo consiguieron con un diseño inspirado en la estética taoísta y una atrevida combinación de aleaciones metálicas y cerámica fabricada con técnicas artesanales. El resultado es un oasis de delicadeza en el corazón de la ciudad más poblada y bulliciosa del mundo.

BLUE TOWN (Arizona)

La primera ciudad corporativa diseñada por Rebecca Ellis destaca como una joya brillante y delicada en medio de los majestuosos paisajes desérticos que la rodean. El color zafiro oscuro de sus más de dos mil edificaciones se consiguió tras cuatro años de investigación en los laboratorios de nuevos materiales del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Entornos diseñados para equipos creativos, capaces de inspirar, una tras otra, cada nueva revolución promovida por la compañía neotecnológica número uno del mundo.

STARGAMES ISLAND

Podría ser el nombre de un parque temático, pero se trata, en realidad, de uno de los centros empresariales más importantes y agresivos del planeta. Hace dos décadas, Stargames cambió para siempre nuestro concepto del ocio con sus propuestas de «juegos de vida», que han terminado revolucionando el mundo del trabajo y los negocios. Una corporación así merecía una sede a su medida: miles de metros cuadrados de paredes holográficas interactivas, restaurantes, tiendas y oficinas totalmente robotizadas, salas de efecto gravedad cero, jardines líquidos… La competitividad no está reñida con el diseño inteligente.